La Obsolescencia del Dinero
De Giancarlo Melini
"Madre,
yo al oro me humillo, Él es mi amante y mi amado, Pues de puro
enamorado anda continuo amarillo. Qué pues doblón o sencillo hace todo
cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero." - Francisco de Quevedo y Villegas-
Quizás
la institución más influyente y menos cuestionada de la historia de la
humanidad, alrededor de la cual se han erigido civilizaciones y caído
imperios, en base a la cual se han forjado y desintegrado naciones y
Estados, e incontables vidas se han perdido. Esa abstracción que si se
tiene se goza, y si no se tiene se sufre. Sistemas políticos, jurídicos e
incluso sociales se han forjado en función de éste. El dinero, todos lo
usamos pero muy pocos lo cuestionamos, ¿Qué es? ¿De dónde viene? ¿Por
qué lo usamos?
Breve Historia
Para
entender el origen del dinero tenemos que retroceder aproximadamente al
año 8 mil A. C., cuando se cree se dio la revolución agraria
-neolítica-. Antes de ésta era los seres humanos vivíamos en sociedades
nómadas que basaban su existencia en la caza y la recolección de
alimentos. Las personas vivían en relativa abundancia ya que la
naturaleza proveía todo lo necesario para sustentar la vida y sólo se
requería de unas cuantas horas de trabajo al día para abastecerse de
agua y comida, las necesidades básicas. Partimos de la idea de que el
rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita. Por esto es
válido decir que nuestros ancestros eran muy ricos, ya que necesitaban
poco. De todas formas el estándar de vida era muy malo, ya que por el
poco desarrollo tecnológico el ser humano estaba extremadamente expuesto
a muchos peligros como la enfermedad, el clima y los ataques de
animales. Posteriormente -y tal vez por mera casualidad- el hombre
descubrió la agricultura. Notó que podía multiplicar exponencialmente lo
que la naturaleza producía mediante el uso inteligente de la tierra y
la semilla. La producción de su propio alimento permitió al hombre
asentarse en lugares determinados y no tener que viajar en búsqueda de
presas y frutos. Y así fue como se dieron las primeras ciudades y, como
dijimos anteriormente, el dinero.
Con la evolución de los métodos agrícolas, por primera vez en la historia de nuestra existencia -se piensa que el homo sapiens existe
desde hace alrededor de 200 mil años- los humanos fuimos capaces de
producir muchos más alimentos de los que consumíamos. Debido a la
existencia de este exceso de producción que se daba al momento de
cosechar, tuvimos que idear métodos de almacenamiento de alimentos para
su posterior consumo. Las personas que tenían el control de estos
"almacenes" (que normalmente eran silos de granos) se encontraban en una
posición privilegiada por sobre los demás, y fue así como también se
empezaron a dar las primeras estratificaciones sociales. Estas personas
tenían que encontrar una forma de distribuir este exceso de recursos, y
hacer un uso eficiente de esta abundancia que el hombre había logrado
producir gracias a su ingenio. Fue entonces cuando se dieron las
primeras formas de intercambios o trueques. Las personas que querían
tener acceso a la comida debían entregar algo a cambio, por lo que
estaban compelidos a intercambiar bienes, y a falta de estos, vendían su
trabajo. Con el transcurso del tiempo, y con la evolución de la
tecnología y los medios de producción, se fue dando una mayor
disponibilidad y variedad de bienes y servicios dentro de la sociedad, y
el trueque resultaba ser una herramienta sumamente impráctica para
intercambiarlos, por lo que se dio la necesidad de crear una forma más
rápida y eficiente de intercambiar la enorme cantidad de recursos
disponibles. Se creó entonces la moneda.
El dinero tiene
que reunir ciertas características para ser funcional, tales como
durabilidad, escasez, movilidad y uniformidad. Todas estas
peculiaridades eran reunidas por las monedas metálicas, principalmente
el oro y la plata. Durante siglos, tal vez milenios, el oro y la plata
se consideraron como una moneda estándar, casi todas las culturas
adoptaron estos metales como dinero, y es por ello que hasta hace no
mucho las arcas monetarias de las naciones estaban respaldadas por oro y
plata. Desde los tiempos de los egipcios, sumerios, griegos, romanos,
chinos, estos minerales han formado una parte importante -o tal vez
esencial- en el desarrollo económico de las naciones ya que fomentaban
el fácil intercambio de bienes y servicios y por lo tanto el crecimiento
de la riqueza. Pero la característica que hacía -o hace- darles este
valor extrínseco al oro y la plata era también su mayor debilidad. La
escasez y rareza de estas materias hacía más fácil su acumulación masiva
hasta el punto de impedir su libre circulación, y por lo tanto
paralizar la economía entera de un país o incluso del mundo (como
sucedió en la época de la gran depresión en los EEUU), y esto lo
entendían muy bien los cambistas del dinero.
Los cambistas
(primera modalidad de la banca moderna) se dedicaban al intercambio y
almacenamiento del oro y la plata, y aceptaban los metales de las
personas a cambio de títulos valores que acreditaban su almacenamiento y
garantizaban su seguridad, bajo el entendido de que portar un título
valor era todavía más conveniente y menos arriesgado que portar el oro y
la plata por sí mismos, y por éste servicio ellos cobraban una cuota.
Cuando la gente regresaba a las casas de cambio por sus metales, éstos
se les devolvían contra la presentación del título que acreditaba su
propiedad. Debido a la confianza que desarrollo este sistema financiero y
la conveniencia de portar los títulos valores, las personas rara vez
recogían el oro y la plata de las seguras bóvedas de las casas de cambio
y en vez de ello empezaron a utilizarlos como herramienta de
intercambio. Los cambistas se dieron cuenta de esto, que al final
permitió una corrupta práctica que es el pilar esencial de la banca
moderna. Estos sujetos, impulsados por el ánimo de lucro, empezaron a
hacer circular una enorme cantidad de títulos valores en forma de
préstamos, los cuales excedían la cantidad de metales depositados, y que
por lo tanto no gozaban del respaldado del oro y plata. Su único sostén
era la confianza que la gente tenía en que ese papel que poseían
representaba una cantidad de oro que ellos podían reclamar cuando lo
consideraran conveniente, lo cual era casi nunca. Ésta práctica es la
que dio origen al dinero-papel que utilizamos ahora, aunque en tiempos
contemporáneos éste dinero está siendo reemplazado por el dinero
plástico o digital (tarjeta de crédito o débito).
Mecánica Moderna del Dinero
"Denme el poder sobre la moneda de una nación y no me importará quien hace sus leyes." Mayer Amschel Rothschild
Los
cambistas -origen del banquero moderno- entendían muy bien el poder del
dinero. Ellos aprendieron que teniendo el control sobre la emisión y
circulación de la moneda se tenía poder sobe la vida económica,
política, jurídica e incluso educativa de un pueblo. Ninguna familia
entendió tan bien los principios del dinero como los Rothschild, una
familia judeo-germana que establecida en Frankfurt llegó a controlar
-según algunos todavía lo hace- una considerable porción de la riqueza
total de todo el mundo. Para entender más a fondo el control que
adquirió esta familia, es recomendable ver el documental "The Money
Masters" de Bill Still.
El dinero moderno no es más que
una estafa que funciona de una manera que resulta extremadamente
complicada de entender para el ciudadano promedio, y popularmente se
piensa que solo a los economistas les compete enredarse en semejante
maraña. Pero no hay nada más lejos de la verdad, es necesario que todos
entendamos las políticas monetarias ya que ellas inciden directamente en
nuestra vida cotidiana. Este proceso de creación del dinero se explica
de forma muy ilustrativa en la parte I del documental "Zeitgeist: Addendum" de Peter Joseph. Aún cuando no es materia que domino a
profundidad, trataré de explicar de manera concisa qué es y de dónde
proviene el dinero moderno.
Como se explica con
anterioridad, los cambistas entendieron que la emisión de los títulos
valores era la forma perfecta de tener control sobre la moneda, y
haciendo uso del Estado lograron sustituir éstos títulos con los
billetes modernos. La estafa funciona de la manera siguiente: 1) Un
banco (privado en el caso de la mayoría de los países industrializados
modernos) se adjudica la emisión exclusiva de la moneda mediante una ley
que es reforzada por el poder coercitivo del Estado; 2) El gobierno
mismo debe pedir préstamos a este banco para poner dinero en circulación
y para autofinanciar su funcionamiento, por lo que el gobierno emite
unos bonos a cambio de los billetes del banco, y estos bonos que ahora
pertenecen al banco central conllevan la obligación de devolver ese
dinero, pero con intereses; 3) La garantía de pago de ese dinero es ni
más ni menos que los impuestos del pueblo. El Estado le paga a este
banco el préstamo más intereses con el dinero de los contribuyentes; 4)
Este dinero que se le prestó al gobierno al mismo tiempo es colocado en
los bancos del sistema, el cual mediante el sistema de reserva
fraccionada puede volver a ser prestado a los particulares exigiendo
únicamente que un pequeño porcentaje permanezca depositado en el banco,
el resto circula libremente respaldado únicamente por la deuda. Y de
esta forma se crea moneda de curso legal. Cada billete que utilizamos
representa una deuda, alguien se lo debe a otro.
A
continuación trataré de ilustrar este proceso de creación de dinero
mediante el mecanismo de reserva fraccionada en orden cronológico:
1) El gobierno necesita Q 1000.00
2) Acude al Banco Central para que se lo preste.
3) El gobierno le entrega al banco central bonos o certificados que conllevan la obligación de pagar Q 1000.00 más intereses.
4)
El Banco Central imprime los Q 1000.00 en billetes y se los entrega al
gobierno (aunque actualmente ya es una operación electrónica).
5) El gobierno coloca estos Q 1000.00 en los bancos del sector financiero privado.
6)
Con el uso del sistema de reservas fraccionadas el banco ésta obligado a
mantener en reserva aproximadamente el15% (en el caso de Guatemala) en
sus arcas. Es decir que el banco únicamente conserva Q 150.00 y los
restantes Q 850.00 se los presta a los particulares.
7) El
particular al recibir estos Q 850.00 los vuelve a depositar en el mismo u
otro banco privado. El cual a su vez puede prestar el 85% de estos Q
850.00.
8) Este proceso se repite sucesivamente hasta crear una
cantidad que multiplica en exceso los Q 1000.00 que originalmente el
gobierno solicitó al banco central.
Solicitado por el Gobierno al Banco Central + Préstamos de Bancos del Sistema (menos reserva 15%) = Dinero final creado con deuda
1000.00 +
850.00 + 722.50 + 614.14 + 522.17 + 443.84 + 377.26 + 320.67 + 272.57 +
231.68 +196.93 +166.90 + 141.87 + 120.59 + 102.50 + 87.13 + 74.06 +
62.95 + 53.51 = 6361.27
Se
puede observar entonces que los Q 1000.00 originales que el gobierno
solicitó al banco central se multiplicaron a Q 6361.27, los cuales son
emitidos y respaldados enteramente con deuda. Se produjo todo ese dinero
del simple aire, sin respaldo, y en la gran mayoría de casos sin que
haya demanda del mismo. Esos Q 6261.27 circulan libremente en el sistema
sostenidos únicamente por la confianza de la gente en que tiene valor,
pero en realidad es simple papel (en el mejor de los casos, ya que a
veces no son más que dígitos en sistemas computarizados).
Pero
a ésta exorbitante cantidad, no es nada, todavía falta agregarle los
intereses, que son otra cantidad de dinero que no existe, y que ni
siquiera está respaldado con deuda, es un simple excedente que se
traduce en la ganancia que tienen estos bancos en prestar dinero que ni
siquiera tenían o existía en primer lugar. Éste excedente es el que hace
que el dinero sea extremadamente escaso, y que las personas tengamos
que competir en el mercado para adquirirlo y así pagar nuestras deudas
al banco o al fisco. El sistema bancario de reserva fraccionada es la
estafa más grande de la humanidad, y que nos causa estrés a muchos, y
riqueza a unos pocos.
Algo tiene que quedar claro es que
el dinero es deuda, y punto. Cada billete que tenemos en nuestras manos
representa la deuda que alguien más tiene con un banco del sistema
financiero, o la deuda que tiene el Estado con el Banco Central. Que
mejor forma de mantener a la población esclavizada que la deuda, obliga a
trabajar para pagarla.
El dinero como herramienta esencial del sistema de precios y su obsolescencia
La pregunta no es ¿tenemos el dinero? Sino ¿tenemos los recursos? – Jacque Fresco, de El Proyecto Venus.
Algo
que se tiene que aclarar, es que el valor del dinero es convenido
exclusivamente por las personas que lo utilizan, no importando cual sea
la materia que esté siendo intercambiada. El valor es producto de la
confianza de la gente, de un convenio social y nada más. Las cosas valen
porque nosotros hacemos que valgan. Algunos aducen que el estándar del
oro es lo que necesitamos para estabilizar nuestra economía, lo cual no
es cierto. El valor del oro y la plata es extrínseco y subjetivo, y
únicamente nos da acceso a bienes y servicios porque los compradores y
vendedores convienen en el valor de la moneda. El dinero por sí mismo no
tiene ningún valor. Ahora, el Estado puede ser utilizado como una
herramienta de coerción para darle al dinero el valor que desee. El
Estado puede obligarnos mediante la fuerza pública a asignarle al papel
un valor de intercambio que muy posiblemente sin la intervención de un
ente público éste no tendría. Por ejemplo, la gente acepta que Q
1,000,000.00 valen lo mismo que una vivienda. En realidad lo que ésta
persona ésta haciendo es cambiar alrededor de 20 libras de papel impreso
por una vivienda, en el mejor de los casos. En el peor de los casos lo
único que se intercambia son cifras que existen en el disco duro de la
computadora de un banco.
En un sistema de precios (o
monetario) en donde el valor de todas las cosas se cuantifica en una
cantidad monetaria, el dinero es la herramienta utilizada como mecanismo
de distribución de recursos. El acceso a las materias esenciales -y
escasas- para sustentar la vida se decide mediante el intercambio de
cualquier bien que en la sociedad sea considerado como valioso. En un
sistema de precios, las capacidades de producción y distribución jamás
alcanzarán un nivel eficiente de satisfacción a la población total del
mundo, ya que éstas varían únicamente en función del poder adquisitivo
del mercado y no de la necesidad del público. En un sistema monetario se
da el hecho de que en los países desarrollados se tiran millones de
toneladas de comida al año en virtud de que no hay gente que la compre,
mientras que dichos recursos fácilmente podrían ser colocados en otras
regiones del mundo donde la gente se muere de hambre por no tener
dinero. Ese es básicamente el modo de operar de los mercados, asignar
recursos en donde hay poder adquisitivo, no en donde hay necesidad.
Para entender la obsolescencia del sistema de precios y del dinero partimos de las premisas siguientes:
1)
El objetivo esencial de adquirir propiedad es acceso. Cuando se
adquiere propiedad, se hace con el motivo de poder tener acceso
inmediato y exclusivo a ella en virtud de que se tiene la noción de
escasez de ese recurso.
2) Nuestros problemas son
técnicos, no políticos, jurídicos o económicos -en el sentido moderno de
la palabra-. Esto significa que al momento de enfrentar un problema,
nuestra pregunta no debe ser ¿tenemos dinero para resolverlo? sino
¿tenemos los recursos, el conocimiento y la disposición para resolverlo?
En
el mundo actual vivimos con valores orientados a la escasez, viviendo
con la falsa noción de que en el mundo no existen suficientes recursos
para los deseos infinitos de todas las personas, por lo que la única
manera obtener acceso a ese recurso es competir -pelear- entre nosotros
mismos y que al final "el mejor" sea recompensado con adquisición de
propiedad, poder y reconocimiento social. El actual sistema en el que
vivimos opera en función de un darwinismo social, en el que únicamente
el que tiene las habilidades para sobresalir, accederá a una posición
privilegiada dentro del mecanismo de asignación de recursos. Obviamente
es pura teoría. Según los defensores del capitalismo laissez-faire, éste
es un sistema enteramente meritocrático, y los que critican el mismo
son un montón de resentidos que simplemente no tienen habilidad para
autoprocurarse los bienes y servicios que necesiten. Lo anterior ha sido
probado contario varias veces en la historia y por diversos
economistas, ya que el sistema capitalista no necesariamente recompensa
al más inteligente o al más trabajador, sino al que mejor puede
manipular el sistema para su propio beneficio, y está rodeado de
condiciones que por pura casualidad le hacen tener una posición
económicamente privilegiada sin haber producido nada para obtenerla
(herederos, matrimonios, inversionistas, etc.).
La
utilidad del sistema de precios como lo plantean los economistas
-especialmente los de la escuela austriaca-, es esencial como un
mecanismo de estabilidad social y económica, debido a que sin el cual
simplemente sería imposible cuantificar la oferta y la demanda y por lo
tanto distribuir y colocar recursos en el mercado. En un sistema de
precios/monetario los mercados asignan los recursos únicamente donde se
encuentra el poder adquisitivo, y no donde realmente hay necesidad. Una
muestra concreta de cómo funciona un sistema de precios es la realidad
alimentaria del mundo actual. Los mercados colocan comida en excesiva
abundancia en los países desarrollados, para este caso EEUU, en donde
hay un fuerte poder adquisitivo. Por el otro lado en gran parte de
África los mercados no existen y por lo tanto no se asignan recursos ya
que la gente no tiene dinero para comprarlos, independientemente de la
necesidad que se tenga de ellos. Esto ha llevado a que, por primera vez
en la historia, al mismo tiempo un continente sufra una epidemia de
obesidad, mientras el otro sufre hambrunas masivas. En un continente se
tira comida que fácilmente podría alimentar al otro si la distribución
no dependiera del sistema monetario. Por otro lado el sistema de precios
no discrimina en cuanto a la condición de las personas. Por ejemplo, si
una persona tiene dinero, el mercado le adjudica los recursos que ésta
persona quiere o necesita sin importar si ésta trabajó para obtenerlos, o
si tiene los méritos intelectuales/físicos/laborales para merecer esos
bienes. Por otro lado puede haber una persona que ha aportado mucho a la
sociedad, pero si su situación pecuniaria es mala el mercado no le
asignará recursos por mayor que sea su necesidad. El sistema monetario o
de precios es intrínsecamente injusto y viciado. Es por esa razón que
basta con encender la televisión por unos cuantos minutos para ver gente
estúpida que es idolatrada por no hacer absolutamente nada, ganando
mucho dinero sin hacer ningún aporte a la humanidad. Y es suficiente
visitar unos cuantos hospitales o laboratorios para ver gente que se
esforzó para obtener conocimientos técnicos avanzados y producir
medicamentos o tratamientos de salud que proveen bienestar a la
sociedad, viven en condiciones limitadas en gran parte de los casos. La
meritocracia del sistema monetario es un mito que únicamente se da en la
teoría pero no en la pràctica.
Es por esa razón que el
sistema monetario es obsoleto, ya que de ninguna manera existe para
responder a las necesidades de la gente ni para producir y distribuir
los recursos de manera justa, sostenible y eficiente. Es importante
señalar que la eficiencia económica en muchos casos es directamente
inversa a la eficiencia científica. En la actualidad es económicamente
rentable producir 500,000 relojes baratos que se arruinen a los seis
meses y obliguen al consumidor a adquirir otra vez otro reloj barato que
se arruinará en el mismo período para perpetuar el consumo cíclico.
Esta situación sucede con prácticamente todos los bienes que consumimos,
ya que si todos estuviéramos en la condición de adquirir un sólo
producto que nos dure por el resto de la vida, se daría un colapso en la
economía. Imagínense tener que comprar una sola rasuradora, un solo par
de zapatos, un solo televisor, un solo carro, un solo celular, etc. Es
por eso que la frase que dicen los abuelitos "las cosas ya no las hacen
como antes" es enteramente cierta. Lo anterior sería un atropello a la
eficiencia científica que busca producir el mejor producto posible
utilizando la menor cantidad de recursos, tiempo y energía posibles. En
las sabias palabras de Buckminster Fuller: "hacer más con menos".
“Dondequiera
que existe la institución de la propiedad privada, aunque sea en forma
poco desarrollada, el proceso económico presenta como característica una
lucha entre los hombres por la posesión de bienes.” – Thorstein Veblen
Economía Global Basada en Recursos
Pero
entonces, si nuestro actual sistema económico es obsoleto ¿cuál sería
una manera más justa y eficiente de asignar los recursos a falta de una
materia para intercambiarlos? El sistema se llama Economía Global Basada
en Recursos y funciona bajo tres ejes fundamentales:
1) Necesidad de las personas.
El
paradigma de mercados/monetario actual nos hace creer que las
necesidades y los deseos son exactamente lo mismo, lo cual no es cierto.
Las necesidades son producidas por aspectos biológicos y naturales,
mientras que los deseos son producto de la cultura. Por ejemplo, el ser
humano necesita agua, si no la toma en 3 o 4 días muere, pero las
personas quieren un diamante porque en su cultura es un símbolo de
status social y de opulencia, está de más decir que si la persona no
tiene un diamante no va a morir. Un diamante bajo ninguna circunstancia
objetiva -salvo aplicaciones industriales- debería de tener un valor
intrínseco mayor que el agua. Pero vivimos en una sociedad que nos ha
condicionado a que los bienes escasos, aún cuando no tengan ninguna
utilidad, son valiosos. Esto nos ha llevado a un interminable círculo de
consumo conspicuo -como dice Veblen- y cíclico -como lo dice Peter
Joseph en Zeitgeist-. El interminable consumo cíclico y conspicuo es lo
que ha hecho olvidar a la humanidad que los recursos finitos deben
consumirse de acuerdo a la necesidad y no a la superficialidad de los
deseos. Se aplica entonces la frase de Ghandi "la tierra tiene suficientes recursos para cubrir las necesidades de toda la humanidad, pero no la codicia de una sola persona".
Desde
un punto de vista objetivo se puede establecer que las necesidades de
la gente son las siguientes: en primer plano el aire, el agua, la
comida, fisiológicas, la vestimenta y un techo. En segundo plano: salud,
educación relevante y recreación. Una persona que obtenga acceso
inmediato a éstas necesidades se podría considerar sana. Lo mejor sería
encontrar un sistema que pueda proveer las necesidades sin que se someta
a la persona a un trabajo irrelevante, repetitivo y mundano y además a
enormes niveles de estrés social. Esto es precisamente lo que una
Economía Global Basada en Recursos haría.
2) Capacidad de abastecimiento de la Tierra.
Sería
imprudente y precipitado empezar a producir cualquier cantidad de
bienes sin tomar en consideración las capacidades de producción y
abastecimiento que tiene una región determinada. Sería estúpido producir
y asignar un quintal de maíz por cada persona que habita en una ciudad
de 10,000 habitantes, si el terreno solo tiene capacidad para producir
5,000 quintales. De esa cuenta, es necesario que un inventario de
recursos sea realizado en toda región del planeta donde se pretenda
asentar una población para determinar la cantidad de recursos
disponibles. Como segundo punto sería necesario implementar sensores de
rastreo que midan el ritmo de consumo y disponibilidad de bienes para
que no haya un déficit causado por el consumo irresponsable. Con el
estado actual de la tecnología, estos sistemas de inventario y monitoreo
de recursos son una realidad. Cadenas de supermercados utilizan
sistemas electrónicos para llevar un control de disponibilidad en la
mercadería. El reto de los ingenieros en éste caso sería lograr
implementar un mecanismo similar a una escala global.
3) Sostenibilidad, eficiencia y abundancia técnica en la producción y distribución.
En
la actualidad hay varias formas de medir la eficiencia, la principal es
-en el paradigma de mercado/moneda actual- la eficiencia económica, que
básicamente consiste en medir la "eficiencia" en la producción y la
distribución en función de la rentabilidad monetaria que se obtiene al
comercializar un producto en el mercado. A mayor cantidad de lucro,
mayor eficiencia. Resumiendo, un producto desechable, poco durable, o de
mala calidad y que se logra vender a un precio mucho más alto que su
precio de producción y distribución, y se comercializa en forma continua
o constante, se podría decir que es el más eficiente económicamente.
Derivado de esto tenemos un sistema que produce en base a la
obsolescencia programada -los productos son diseñados para volverse
obsoletos o inútiles después de cierto tiempo- lo que perpetúa el
consumo cíclico y la cultura consumista en la que vivimos ahora. Para
lograr esta "eficiencia" económica, los mercados eligen lugares con poca
protección a los trabajadores como centros de manufactura de sus
productos, en donde la mano de obra es extenuante y se recompensa con
salarios miserables. También se da el uso de los materiales menos
costosos posibles para que el producto se pueda ofrecer a un precio
competitivo en el mercado, lo que conlleva una obsolescencia intrínseca
en el producto –su calidad es sacrificada en forma inconsciente- lo que
produce que el bien se arruine normalmente cuando expira su garantía.
Otro factor a considerar, es la utilización de materiales valiosos y
escasos para construir productos desechables, semi-desechables, de baja
calidad o de poca o ninguna utilidad -microprocesadores,
electrodomésticos, celulares, ropa, joyas, bienes conspicuos, etc.-, con
el objeto de obtener la mayor ganancia a corto plazo, sin importar el
costo ambiental y social.
Al analizar, se hace evidente
como una persona a lo largo de su vida consume ropa, joyas, celulares,
computadoras, automóviles, electrodomésticos, o cualquier otro tipo de
bien en forma cíclica, en muchos casos sin que haya una necesidad real
de hacerlo, todo esto para perpetuar el consumo y fomentar el
"crecimiento económico" que paradójicamente es necesario para mantener
una economía monetaria estable. Este consumo cíclico es acentuado con
la publicidad/propagando producto del sistema industrializado moderno.
En virtud de que actualmente los medios de producción son tan
eficientes, existe un superávit de productos, por lo tanto se hace
necesario vender productos que la gente no necesita en cantidades
excesivas con el objeto de logar que la producción sea “eficiente”. Un
fabricante de carros puede producir cientos de carros al día, pero si la
gente no los compra entonces son un producto ineficiente desde el punto
de vista económico. La publicidad nos ha hecho pensar que el consumir
no solo es normal, sino indispensable para alcanzar felicidad, estatus
social, reconocimiento, prestigio, etc. Agregado a lo anterior, el
factor distribución es otra deficiencia de nuestra actual anti-economía.
La cantidad de tiempo y energía utilizada no solo para producir, sino
también para distribuir los productos es excesiva. La civilización como
la conocemos tuvo su origen alrededor de hace 150 años, cuando
encontramos una fuente de energía tan abundante y poderosa que permitió
expandir nuestras capacidades de producción en forma exponencial, lo que
causó un crecimiento poblacional y en general, mayor innovación y
progreso.
Se podría considerar lo anterior como una introducción
básica a la Economía Basada en Recursos propuesta por Jacque Fresco,
director del Proyecto Venus. Para más información sobre este sistema se
recomienda visitar www.thevenusproject.com.
“Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.” - Voltaire
Conclusión
Si
queremos erradicar el hambre, la guerra, la escasez, la injusticia, la
pobreza, la crueldad, la política, el Estado, la represión, la
enfermedad, el resentimiento, la competencia y la codicia, es
indispensable que nos deshagamos de lo que lo perpetúa y le da origen,
el sistema monetario. Una vez liberados de esta herramienta de control
económico, social, político y jurídico, podremos dedicar nuestras vidas a
realizar tareas que sean relevantes para el desarrollo de la humanidad y
enriquecimiento personal, no mediante la adquisición de propiedad sino
la tranquilidad emocional y elevación intelectual. Seremos entonces
capaces de realizar proyectos como exploración espacial, abundancia de
energía, acceso ilimitado a alimentación, educación, transporte y
vivienda y alcanzar la felicidad mediante valores sostenibles y no meras
superficialidades. Tenemos que ser idealistas, aventurarnos a pensar
más a allá de lo posible para llevar a cabo un movimiento de semejantes
proporciones, quizás nunca antes visto en la historia de la humanidad,
pero con el ingenio y la disposición de personas cuya su motivación es
aportar a la humanidad y a la posteridad, el único límite para que lo
imposible se transforme en posible es el tiempo. Convirtámonos en el
cambio que queremos ver en el mundo.
“Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.” - Voltaire