Las Guerras Monetarias
de Giancarlo Melini
"Denme el poder sobre la moneda de una nación y no me importará quien hace sus leyes." - Mayer Amschel Rothschild (uno de los creadores del sistema bancario moderno)
¿Alguna vez se han preguntado cómo los Estados Unidos pueden operar
con una deuda de 16 billones de dólares (US$16,000,000,000,000) que
sigue creciendo? Porque tiene la Moneda de Reserva Global -establecida
en el tratado de Bretton Woods después de la segunda guerra mundial-. La
moneda es el principal factor macroeconómico que favorece a la
dominación occidental del mundo en la actualidad. El Euro y el dólar son
utilizados no sólo para la mayoría de las transacciones de petróleo,
que en muchos casos sirve como un virtual “respaldo” de estas monedas
fiduciarias, sino que también son utilizadas para el intercambio de
otros bienes importantes que son justipreciados en Dólares y Euros. Lo
anterior requiere que la mayoría de naciones tengan que comprar/cambiar
estas monedas para poder ejercer el comercio global, lo que perpetúa la
demanda de estas divisas.
De hecho, aproximadamente dos tercios del comercio mundial se hace en
dólares, y dos tercios de las reservas de divisas de los bancos
centrales son en moneda americana, lo que hace que permanezca siendo la
moneda de uso exclusiva de instituciones globales como el Fondo Monetario Internacional. Eso le da a los Estados Unidos una exagerada
ventaja económica porque tienen la habilidad de provocar un déficit de
comercio constante a los demás países, ya que ellos necesitan dólares
para pagar sus propias dudas al FMI, y además seguir comerciando
internacionalmente y construir sus propias reservas de moneda. Mientras
el dólar siga siendo la moneda internacional principal, los Estados
Unidos podrán continuar consumiendo más de lo que producen, como lo han
venido haciendo desde la década de los 80’s.
¿Y adivinen qué? Muammar Gaddafi, el “nefasto y despiadado dictador
de Libia” -país con el índice de desarrollo humano más alto de África-,
había estado abogando constante y públicamente por la creación de una
nueva moneda que competiría con el Dólar y el Euro. Él llamó a las
naciones musulmanas africanas a unirse en una alianza que crearía su
propia moneda, el “Dinar de Oro”. El plan de la Alianza iba a ser vender
petróleo y otros recursos a los Estados Unidos y al resto del mundo
solo en Dinares de Oro. Si esto hubiera pasado, hubiera tenido un
dramático y nefasto efecto en la hegemonía económica de los Estados
Unidos. De hecho, algunos tal vez todavía recuerdan que Saddam Hussein
-otro “infame dictador opresor de su pueblo”- estaba impulsando un
cambio similar en el petrodólar antes de que se diera la invasión a Iraq
en el año 2003 por parte de la unión americana. Este es un asunto muy
serio que apenas se discute.
Además de eso, no podemos descartar los intereses energéticos aún
cuando seguramente son secundarios en importancia. La Corporación Nacional de Petróleo, la compañía Libia nacionalizada, fue rankeada
entre las 25 más grandes en el Top 100 del mundo, y aún cuando las
reservas petrolíferas de este país africano podrán parecer pequeñas en
comparación con las de Arabia Saudí, la liberación contractual de los
anteriormente restringidos mercados energéticos de Libia solo se traduce
en un enorme beneficio para el occidente.
La deuda es un arma de destrucción masiva, es la esclavitud moderna, y
una moneda que se crea a base de deuda como lo son el Dólar y el Euro
no pueden significar más que opresión y control sobre el resto del
mundo.
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