jueves, 26 de julio de 2012

Desempleo Tecnológico planteado por el Movimiento Zeitgeist y el Proyecto Venus


Desempleo Tecnológico planteado por el Movimiento Zeitgeist y el Proyecto Venus
Traducción al español por Giancarlo Melini

"Estamos entrando a una nueva fase en la historia humana, una en la que cada vez menos y menos trabajadores van a necesitarse para producir bienes y servicios para la población global." Jeremy Rifkin autor de The End of Work.

Nuestro sistema económico está enteramente basado en la venta que hacen los seres humanos de su trabajo manual como una mercancía en el mercado abierto. Si los humanos no tenemos la oportunidad de trabajar, entonces el sistema monetario como lo conocemos deja de existir. Nadie puede comprar bienes si no pueden ganar dinero. Las compañías no pueden costear la producción si el cliente no tiene poder adquisitivo para comprar.

Como John Maynard Keynes señaló con desdén: “Estamos siendo afectados por una nueva enfermedad sobre la cual muchos lectores no han oído de ella pero de la que van a oír bastante en los años venideros: denominada ‘desempleo tecnológico’”.

Esto significa “desempleo debido a nuestro descubrimiento de medios para economizar el uso del trabajo, desplazando los lugares en los que podemos encontrar nuevos usos para la fuerza laboral”. Mientras los políticos, hombres de negocios y líderes sindicales divagan acerca de problemas que ellos aseguran que son la causa del creciente desempleo en el mundo como el outsourcing de compañías extranjeras o los inmigrantes trabajadores, la verdadera causa está siendo desatendida en el debate público y esa es el “desempleo tecnológico”. Debido a que el capitalismo de libre mercado está construido sobre la lógica de reducir los costos de producción para incrementar las ganancias, la inclinación a reemplazar el trabajo humano en donde sea posible mediante la implementación de maquinaria automatizada, ésta es una progresión natural de la industria.

Después de todo, una máquina no necesita tomarse descansos. No necesita seguro médico o beneficios laborales y no es parte de un sindicato de trabajadores demandante. Un simple vistazo a las estadísticas históricas del trabajo en los Estados Unidos de América muestran el patrón de la automatización reemplazando a los seres humanos en forma definitiva. En el sector de la agricultura, casi toda la labor tradicional es ahora realizada por máquinas. Por ejemplo, en 1949, las máquinas hacían el 6%  de la cosecha de algodón en el sur de EEUU. Para el año 1972, 100% de la cosecha de algodón se hacía con máquinas. En 1860, el 60% de la población trabajaba en la agricultura mientras hoy es alrededor del 3%. Cuando la automatización golpeó el sector manufacturero de los EEUU a mediados de los 1950’s, 1.6 millones de trabajos de cuello azul fueron perdidos en 9 años, y el 33% de la fuerza laboral estadounidense trabajaba en el sector manufacturero, mientras que para el año 2002 era únicamente el 10%. La industria acerera americana de 1982 a 2002 incrementó su producción de 77 millones de toneladas a 120 millones de toneladas mientras que el número de trabajadores bajó de 289,000 a sólo 74,000. En 2003, fue realizado un estudio sobre las 20 economías más grandes del mundo desde los períodos de 1995 a 2002, y se observó que 31 millones de empleos de manufactura fueron perdidos pero la producción aumentó en un 30%. Este patrón de incremento de productividad y ganancias, junto con el decreciente mercado laboral, es un nuevo y poderoso fenómeno sin cambios venideros.

Así que esto provocaría la pregunta: “¿A dónde se han ido todos esos empleos?” El sector de servicios de 1950 a 2002, se incrementó del 59% al 82%. En los últimos 50 años, el sector del servicio ha estado absorbiendo las pérdidas de empleo de la agricultura y la manufactura. Desafortunadamente, este patrón está disminuyendo rápidamente confórmela automatización computarizada toma control sobre ese sector también. De 1983 a 1993, los bancos despidieron al 33% de sus cajeros para remplazarlos con cajeros automáticos. Los operadores de negocios por teléfono han sido casi todos reemplazados por sistemas computarizados de respuesta con voz. Los empleados de correos están siendo reemplazados por máquinas de autoservicio, mientras que los cajeros están siendo remplazados por kioscos computarizados. No hay un área en la industria del servicio que no esté siendo afectada por la automatización computarizada. El economista Stephen Roach ha advertido: “Dada la realidad, ¿en dónde está ese nuevo sector emergente que empleará a todos los trabajadores recientemente desplazados?”. No hay ninguno. Y mientras los economistas forcejean por crear modelos para lidiar con el imparable problema del desempleo tecnológico, muchos se rehúsan a considerar lo que realmente se necesita para prevenir el debacle de la sociedad.   

La solución recae no en intentar arreglar los problemas que han emergido, sino que es tiempo de que desfasemos este sistema en su totalidad. Ya que el sistema de intercambio monetario, junto con el mismo capitalismo, son ahora enteramente obsoletos, en el despertar de la creatividad tecnológica. Si la gente no tiene trabajo entonces no pueden mantener la economía comprando cosas. Esta realidad es la prueba final de que nuestro actual sistema está completamente fuera de fecha, y si queremos prevenir revueltas  en las calles y pobreza en una escala nunca antes vista, necesitaremos revisar nuestras tradicionales nociones acerca de cómo funcionan las sociedades en su estructura. Requerimos nuevos sistemas sociales que estén actualizados y acorde con el conocimiento contemporáneo y métodos modernos.





"La Tierra es abundante en recursos. Nuestra práctica de racionar los recursos mediante el control monetario ya no es relevante y es contraproducente para nuestra supervivencia."Jacque Fresco 

Fuentes:
The End of Work de Jeremy Rifkin
The Third Industrial Revolution de Jeremy Rifkin
Abundance de Peter Diamandis

Ideas (II)


Ideas (II)

Algunas ideas que plasmo en forma aisalda y no necesriamente correlacionadas.

"You never change things by fighting the existing reality. To change something, build a new model that makes the existing model obsolete." Buckminster Fuller 
  • Un sistema que recompense el tomar ventaja de alguien más, o incluso perjudicarlo, fomenta una cultura de desconfianza, resentimiento y violencia. Las personas inescrupulosas se aprovechan de los demás porque tienen un incentivo para hacerlo -normalmente económico-. 
  • Si las personas inescrupulosas no obtuvieran ningún beneficio en tomar ventaja de los demás, simplemente no lo harían porque no habría razón para ello.
  • La humanidad funciona en base a un incentivo equivocado, que no solo fomenta la ineficiencia, aumenta el sufrimiento y mantiene la estratificación social, sino que también es contrapruducente para la supervivencia de nuestra especie.
  • El valor del dinero es determinado por la población en forma colectiva, a menos que el Estado sea utilizado como herramienta de coerción para imponer el valor a una materia que sea susceptible de ser intercambiada (como el papel).
  • Para alcanzar una sociedad capaz de abolir el Estado, antes es necesario erradicar las condiciones que lo originan: escasez, competencia, propiedad, incentivo de lucro y estratificación social.
  • Todos nuestros esfuerzos, trabajo y recursos deberían estar enfocados, no en ganar dinero, sino en propiciar las condiciones para un futuro sostenible para nosotros y para generaciones venideras.
  • En la actualidad, toda la sociedad funciona en torno a la adquisición de propiedad como medio de subsistencia. Dicha necesidad es generada por la escasez o la noción de escasez. Es un hecho que nuestra capacidad tecnológica actual nos permite crear abundancia de virtualmente todo, solo es cuestión de que adaptemos nuestros valores a la idea de una sociedad orientada a la abundancia.
  • Un sistema que permite que se provoquen guerras por el simple ánimo de lucro es un cáncer para la humanidad.
  • El valor del dinero (sea papel, oro, plata, cacao, ganado, etc.) es producto del común acuerdo de las personas en dárselo. No importa la materia que constituya nuestra moneda, su valor radica en la confianza que tienen las personas en darle fuerza de intercambio para diversos bienes y servicios. 
  • Es absurdo como las personas piensan que al votar por X o Y persona, partido, candidato, etc. todo va a mejorar. Los problemas de la sociedad actual son intrínsecos, sistémticos, estructurales. Es el sistema el que no funciona bien al permitir que intereses personales puedan impactar significativa y negativamente la vida de miles o millones de personas. 
  • Los derechos individuales son tan importantes como los derechos sociales. Siendo nosotros producto de la cultura, es válido afirmar que si la cultura está viciada es muy probable que nuestra personalidad también lo esté.
  • La propaganda es el arma más poderosa que ha producido la humanidad. Gracias a la manipulación de la mentalidad de las masas, los grupos de poder que tienen el control de los medios de comunicación tienen la capacidad de manejar a su antojo la información para "manufacturar el consemtimeinto" de la persona individual y al mismo tiempo hacerle creer que es libre.
  • La sociedad actual materialista y consumista, nos ha hecho pensar que la felicidad se alcanza mediante la adquisición de propiedad, una idea que se ha fomentado con el objetivo de mantener las ganancias de los dueños de los medios de producción, quienes producen sin importar el bienestar social o ambiental.
  • Con la automatización y la mecanización nuestras capacidades de producción ya son capaces de crear suficiente abundancia para que haya bienes suficientes para todos, esto se podría traducir en menos horas de trabajo, mayor bienestar y en general, felicidad. Esto si el incentivo de lucro no se impusiera para permitir la excesiva acumulación del bienestar en unas pocas personas, que se benefician del trabajo de los demás.
  • La gran mayoría de trabajadores producen bienes y servicios que valen mucho más que la remuneración que perciben, es de esta forma que se crea la riqueza para los dueños de los medios de producción.
  • El capitalismo simplemente no puede subsitir sin pobreza, necesita mano de obra extremadamente barata para que el trabajo que se produzca sea subvaluado y por lo tanto deje un margen de ganancia.
  • El socialismo es ineficiente porque aún cuando concentra los medios de producción en la comunidad, permitiendo que las masas se beneficien del fruto de su trabajo -en teoría-, disminuye la autonomía de las personas al centralizar la toma de decisiones.
  • Son las cosas que el dinero nos puede comprar lo que necesitamos, es un simple intermediario. En una sociedad post-escasez en donde todos los bienes fueran abundantes -lo cual es posible- podríamos cortar sin problemas este intermediario.
  • El reto es implementar un sistema que al mismo tiempo de producir bienestar para todos, también fomente la autonomía, creatividad, innovación y felicidad.
  • La ciencia es nuestra mejor herramienta, tenemos que utilizarla para el beneficio de la humanidad y no para su detrimento.
"Even the most wretched individual of our present society could not exist and develop without the cumulative social efforts of countless generations."  Mikhail Bakunin

Ideas (I)


Ideas (I)

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo." Gandhi

Unas ideas que se me ocurrieron y que para mi tienen mucha lógica.
  • Nuestros esfuerzos deberían estar enfocados en inventar mecanismos de producción de abundancia, y no en elaborar métodos de distribución de escasez.
  • El dinero es un mecanismo de distribución de recursos, un contrato social basado en la confianza que tienen las personas en una materia susceptible de ser intercambiada. De ninguna manera representa la existencia y disponiblidad de recursos.
  • El Estado es el resultado del problema, no la raíz.
  • El Estado es una herramienta utilizada para mantener el control de los recursos y los medios de producción.
  • El Estado es el producto de un sistema que promueve la codicia y basa el éxito en la adquisición y acumulación de propiedad en un ambiente de competencia.
  • En un sistema en el que la competencia es estimulada, el individuo está compelido a obtener una ventaja diferencial sobre sus competidores. Esta ventaja usualmente se traduce en el Estado. Si éste existe se hace provecho de él, y si no existe se instituye, funda o establece como mecanismo de coerción y control sobre los competidores.
  • Los beneficios de la cooperación superan en exceso a los de la competencia. 
  • La competencia es ineficiente debido a que promueve la duplicidad de esfuerzos aislados para obtener un mismo fin.
  • La propiedad es ineficiente porque promueve la acumulación excesiva e innecesaria de bienes y el mal aprovechamiento de recursos en virtud de un derecho exclusivo irreal.
  • La propiedad se persigue por un solo motivo, tener acceso inmediato a un recurso. Si el recurso fuera abundante -como el aire- y se tuviera fácil acceso a él, no se necesitaría apropiarse del mismo.
  • Nuestras capacidades tecnológicas actuales nos permiten crear abundancia de virtualmente todos los recursos necesarios para sustentar la vida, es solo cuestión de que la sepamos usar inteligentemente.
  • La prosperidad de toda la humanidad nunca se podrá alcanzar en una sociedad orientada por la escasez, debido a que se promueve el uso del dinero para asignar recursos, y por lo tanto se crea un incentivo perverso que antepone la obtención de riqueza material por sobre el bienestar de nuestro prójimo -e incluso personal-.
  • Nuestras capacidades de producción sobrepasan en exceso nuestras necesidades, pero nuestros métodos de distribución son obsoletos e impiden proveer recursos disponibles a personas necesitadas que no tienen poder adquisitivo.
  • En un sistema que promueve la codicia, y la existencia esta ligada a la obtención de propiedad, es sumamente difíicil ser bondadoso y altruista.
  • Un sistema que permite que al mismo tiempo un continente sufra una epidemia de obesitad y otro hambrunas masivas está intrínsecamente viciado.
  • Es dificil confiar en personas cuya única motivación para hacer que las cosas pasen es el dinero. ¿Cómo sé que en realidad necesito una operación complicada o si el doctor está buscando una forma de pagar su carro último modelo? 
  • El bienestar individual es inalcanzable si no existe previamente bienestar social. Yo soy porque nosotros somos. Ubuntu.
  • El hombre es 100% producto de la sociedad, de la cultura y de su entorno. Aún cuando existe cierta predisposición genética, ésta necesita ser activada por factores externos, por estímulos del ambiente en el que se desenvuelve la persona.
  • La naturaleza humana no existe. La personalidad y la constitución física -en alguna medida- son producto del entorno en el que se desarrolla la persona.
  • Los problemas de la humanidad son técnico-científicos, no económicos, políticos o jurídicos.
  • La libertad no tiene ningún valor si la persona tiene que subyugarse a la voluntad de alguien más para tener acceso a los medios de producción, realizar una actividad laboral y obtener una retribución -salario- que le permita "comprar" su derecho a existir.

¿Por qué Socialismo?


¿Por qué Socialismo? 
de Albert Einstein
Publicado en la primera edición de "Monthly Review, an independent socialist magazine" en mayo de 1949.
Traducción al español: Giancarlo Melini

¿Es aconsejable para uno que no es experto en problemas sociales y económicos expresar sus ideas sobre el socialismo? Creo por un número de razones que sí.

Primero consideremos la cuestión desde el punto de vista del saber científico. Pareciera que no hay diferencias metodológicas esenciales entre la astronomía y la economía: los científicos en ambos campos procuran descubrir leyes de aceptación general para un grupo circunscrito de fenómenos con el afán de hacer una interconexión de estos fenómenos de la manera mas clara y entendible. Pero en la realidad, esas diferencias metodológicas existen. El descubrimiento de leyes generales en materia de economía se hace difícil, debido a la circunstancia de que los fenómenos económicos que se estudian son afectados por varios factores que son difíciles de evaluar separadamente. Además, la experiencia que se ha acumulado desde los comienzos del así llamado "período civilizado" de la historia de la humanidad, ha sido -como bien se sabe- enormemente influenciado y limitado por medios que no son de exclusiva naturaleza económica. Por ejemplo, la mayoría de los Estados a lo largo de la historia le deben su existencia a la conquista. Los conquistadores se establecieron ellos mismos, legal y económicamente, como la clase privilegiada del país conquistado. Se crearon para ellos mismos un monopolio de la propiedad sobre la tierra y designaron un sacerdocio de entre sus propias filas. Los sacerdotes, en control de la educación, hicieron de la división social de las clases una instutución permanente y desde entonces crearon un sistema de valores en el que la gente se ha mantenido, en gran medida inconcientemente, guiada en su comportamiento social. 

Pero la tradición histórica es, por así decirlo, del ayer; en ningún lugar hemos superado lo que Thorstein Veblen llamaba "la fase depredadora" del desarrollo humano. Los hechos económicos observables pertenecen a esa fase, e inclusive esas leyes según lo que podemos derivar de ellas no son aplicables a otras fases. Debido a que el verdadero objetivo del socialismo es superar esa fase depredadora del desarrollo humano, la ciencia económica en su presente estado arroja poca luz sobre la sociedad socialista del futuro.

Segundo, el socialismo está dirigido a un fin ético-social. La ciencia, sin embargo, no puede crear fines y, todavía menos, inculcarlos en los seres humanos; la ciencia, en todo caso, puede proveer los medios para obtener ciertos fines. Pero los fines en sí mismos son concebidos por personalidades con elevados ideales éticos y -si estos ideales no han nacido muertos, sino vitales y vigorosos- son adoptados e impulsados por esos seres humanos que, medio inconcientes, determinan la lenta evolución de la sociedad.

Por estas razones, deberíamos estar al tanto de no sobreestimar la ciencia y el método científico cuando se trata una cuestión de problemas humanos; y no deberíamos asumir que los expertos son los únicos que tienen el derecho a expresarse en cuestiones que afectan la organización de la sociedad.

Innumerables voces han afirmado desde hace un tiempo que la sociedad humana está pasando por una crisis, y que su estabilidad ha sido gravemente quebrantada.  Es característico de esa crítica situación que los individuos se sientan indiferentes o incluso hostiles hacia cierto grupo, pequeño o grande, al que ellos mismos pertenencen. Para ilustrar mi punto, déjenme recordar una experiencia personal. Recientemente discutí con in hombre inteligente y bien instruido sobre la amenaza de otra guerra, la que en mi opinión pondría en serio peligro la existencia de la raza humana, y yo comenté que sólo la existencia de un ente supra-nacional ofrecería protección de tal peligro. Seguidamente mi visitante, muy calmado y tranquilo, me preguntó: "¿Por qué estás tan profundamente en contra de la desaparición de la raza humana?"  

Estoy seguro que hace apenas un siglo nadie hubiera hecho una afirmación de ese tipo tan ligeramente. Esa es la afirmación de un hombre que se ha esforzado en vano en obetener un equilibrio dentro de él mismo y de alguna forma ha perdido la esperanza de lograrlo exitosamente. Es la expresión de la dolorosa soledad y el aislamiento de los que muchas personas sufren en estos días. ¿Cuál es la causa? ¿Se puede salir de ella?

Es fácil formular esas preguntas, pero es difícil contestarlas con algún grado de certeza. De cualquier forma debo tratar, de la mejor forma que pueda, aún cuando estoy muy consciente del hecho de que nuestros sentimientos y esfuerzos son a menudo contradictorios y oscuros sin poder expresarse en fórmulas fáciles y simples.

El hombre es, al mismo tiempo, un ser solitario y social. Como un ser solitario, busca proteger su propia existencia y la de sus allegados, satisfacer sus propios deseos y desarrollar sus habilidades innatas. Como ser social, busca el reconocimiento y afecto de los demás seres humanos, compartir sus placeres, apoyarlos en sus penas y mejorar sus condiciones de vida. Sólo la existencia de estos variados -frecuentemente en conflicto- esfuerzos cuentan para formar el carácter especial de un hombre, y su combinación específica determina la medida en que el individuo puede obtener un equilibrio interno y contribuir al bienestar de la sociedad. Es bastante posible que la fuerza relativa de estas dos pulsiones sean hereditarias. Pero la personalidad que finalmente emerge es formada por el ambiente en el que se encuentra la persona durante su desarrollo, por la estructura de la sociedad en la que crece, por las tradiciones de esa sociedad, y por su apreciación de tipos particulares de comportamiento. El concepto abstracto de "sociedad" significa para el ser humano individual la suma total de sus relaciones directas e indirectas con sus comtemporáneos y con gente de anteriores generaciones. El individuo es capaz de pensar, sentir, esforzarse y trabajar por y para él mismo; pero depende demasiado de la sociedad -en su existencia física, intelectual y emocional- que es imposible pensar en él o entenderlo fuera del marco de la sociedad. Es la "sociedad" la que provee al hombre de comida, ropa, techo, lenguaje, formas de razonamiento, y el contenido de ese razonamiento; su vida es posible por el trabajo y los logros de los varios millones de seres humanos pasados y presentes que están escondidos detrás de la pequeña palabra "sociedad".

Es evidente entonces, que la dependencia del individuo en la sociedad es un hecho de la naturaleza que no puede ser abolido -como en el caso de las hormigas o las abejas-. Sin embargo, en cuanto todo el ciclo de vida de las hormigas y abejas está arreglado hasta en su máximo detalle por instintos rígidos y hereditarios, el patrón social y las interrelaciones de los humanos son variables y bastante susceptibles al cambio. La memoria, la capacidad de hacer nuevas combinaciones, y el don de la comunicación oral han hecho posible un desarrollo entre seres humanos que no es dictado por necesidades biológicas. Ese desarrollo se manifiesta en tradiciones, instituciones, y organizaciones; en la literatura, en los logros científicos; en las artes. Esto explica que, en cierto sentido, el hombre puede influir en su propia vida con su conducta, y que en este proceso el razonamiento consciente y los deseos tienen un papel.

El hombre adquiere al nacer, mediante la herencia, una constitución biológica que debemos considerar arreglada e inalterable, incluidas las urgencias naturales que son características de la especie humana. Además, durante su vida, adquiere una constitución cultural que adopta de la sociedad mediante la comunicación y otros tipos de influencias. Es esta constitución cultural la que, con el pasar del tiempo, está sujeta al cambio y la que determina en gran medida la relación que tendrá el individuo con la sociedad. La antropología moderna nos ha enseñado, mediante la investigación comparativa de las llamadas "culturas primitivas", que el comportamiento social de los seres humanos puede diferir en gran medida, de los patrones culturales predominantes y de los tipos de organización que prevalecen en la sociedad. Y es en esto en lo que descansan sus esperanzas los que se esfuerzan por mejorar la humanidad; los seres humanos no están condenados por su constitución biológica a aniquilarse unos a otros, a estar a la merced de la crueldad y de su autoinflingido destino.

Si nos preguntamos como la estructura social y la actitud cultural del hombre deberían cambiar para lograr que la vida humana sea lo mas satisfactoria posible, deberíamos estar constantemente conscientes del hecho de que hay ciertas condiciones que no podemos modificar. Como lo mencioné anteriormente, la constitución biológica del hombre, en aspectos prácticos, no es susceptible al cambio. Además, el desarrollo tecnológico y demográfico de los últimos siglos ha creado condiciones que vinieron para quedarse. En poblaciones asentadas relativamente densas, que tienen recursos que son indispensables para su existencia, la extrema división del trabajo y un aparato de producción altamente centralizado son absolutamente necesarios. El tiempo -que, viendo hacia atrás, resulta idílico- en el que los individuos o grupos relativamente pequeños podían ser completamente autosuficientes se ha ido para siempre. Es apenas una exageración decir que actualmente la humanidad constituye una comunidad de producción y consumo.

En este momento alcanzo el punto en el que voy a indicar lo que para mí constituye la esencia de la crisis de nuestros tiempos. Concierne la relación del individuo con la sociedad. El individuo está mas consciente que nunca de su dependencia en la sociedad. Pero él no experimenta ésta dependencia como algo positivo, como un lazo orgánico, como una fuerza protectora, sino mas bien como una amenaza a sus derechos naturales, o incluso a su existencia económica. Por otra parte, su posición en la sociedad es tal que lus impulsos egoístas de su constitución están siendo constantemente resaltados, mientras que sus impulsos sociales, que son naturalmente mas débiles, se deterioran progresivamente. Todos los seres humanos, cual sea su posición en la sociedad, están sufriendo por este proceso de deterioro. Sin saberlo son prisioneros de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solitarios, y privados de el inocente, simple y poco sofisticado gozo de la vida. El hombre puede encontrar significado en la vida, siento ésta corta y peligrosa, dedicándose a la sociedad.

La anarquía económica de la sociedad capitalista como existe hoy en día es, en mi opinión, la verdadera razón de todos los males. Miramos ante nostros una enorme comunidad de productores, los cuales se esfuerzan incesantemente por privarse unos a otros de los frutos de su trabajo colectivo, -no por la fuerza, pero sí con la complicidad de un sistema de reglas legalmente establecido-. A este respecto, es importante notar que los medios de producción -por decir, la capacidad entera de producir bienes de consumo así como capital- podrían estar, y en su mayoría están, en manos de la propiedad privada de los individuos.

En aras de la simplicidad, en la discusión siguiente me referiré como "trabajadores" a aquellos que no comparten propiedad de los medios de producción -aunque esto no necesariamente corresponde al uso que por costumbre se le da al término-. El dueño de los medios de producción se encuentra en la posición de comprar el poder de producción del trabajador. Valiéndose de los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes de consumo que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial de este proceso es la relación entre lo que el trabajador produce y lo que se le paga, ambos medidos en términos del valor real. Mientras el contrato de trabajo sea "voluntario", lo que el trabajador devenga es determinado no por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesdades mínimas y por los requerimientos del capitalista con respecto a la fuerza de trabajo que necesita, además también del número de trabajadores compitiendo por las plazas. Es importante entender que incluso en la teoría el pago del trabajador no es determindo por el valor del bien que produce.

La propiedad privada tiende a concentrarse en unas pocas manos, en parte por la competencia entre capitalistas, y por otra parte porque el desarrollo tecnológico y su creciente división del trabajo fomenta la formación de unidades de producción más grandes a costa de las más pequeñas. El resultado de estos eventos es una oligarquía de capital privado con un enorme poder que no puede ser fiscalizado ni siquiera por una sociedad política organizada democráticamente. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, grandemente financiados o influenciados por el capital privado que, por razones de utlidad, separan las aspiraciones de los electores del actuar de los legisladores. El resultado es que los representantes del pueblo en realidad no protegen los intereses de los sectores menos privilegiados de la población. Además, bajo esas circunstancias, los capitalistas inevitablemente controlan, de forma directa o indirecta, los principales medios de comunicación (la prensa, la radio, la educación). Es entonces demasiado difícil, y desde luego en la mayoría de los casos casi imposible, que el ciudadano particular forme conclusiones objetivas y haga uso inteligente de sus derechos políticos.

La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital se caracteriza por dos principios: primero, los medios de producción (el capital) es propiedad privada y los dueños disponen de ellos como mejor les parezca; segundo, el contrato de trabajo es "voluntario". Por supuesto, en este sentido no existe una sociedad puramente capitalista. En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de largos y amargos esfuerzos políticos, han logrado exitosamente asegurar una forma mejorada del "contrato de trabajo voluntario" para ciertas categorías de trabajadores. Pero tomada en su conjunto, la economía actual no difiere mucho del capitalismo "puro".

La producción es realizada en función de su rentabilidad, no de su utlilidad. Nada garantiza que todos aquellos con capacidad y disposición para trabajar encuentren un empleo; un "ejército de desempleados" es casi siempre existente. El trabajador tiene un miedo constante de perder su trabajo. Debido a que los desempleados y subempleados no son un mercado lucrativo, los bienes de consumo les son restringidos, y gran malestar y privación es la consecuencia. El progreso tecnológico frecuentemente resulta en mayor desempleo, en lugar de hacer mas fácil la carga de trabajo para todos. El incentivo de lucro, aparejado con la competencia entre capitalistas, es responsable por la inestabilidad en la acumulación y utilización del capital que llevan a cada vez mas severas depresiones. La competencia ilimitada conlleva a un enorme gasto de trabajo, y al quebrantamiento de la consciencia social que mencioné previamente.

Este quebrantamiento del individuo es lo que considero el mayor mal del capitalismo. Nuestro sistema educacional entero sufre de este mal. Una exagerada cultura de competencia es inculcada en el estudiante, que está entrenado a glorificar el éxito en la adquisición de bienes como una preparación para su futura carrera.

Estoy convencido de que hay un solo camino para erradicar todos estos males, y es mediante el establecimiento de una economía socialista, acompañada de un sistema educativo que debería estar orientado a objetivos sociales. En dicha economía, los medios de producción son propiedad de la sociedad misma y son utlizados de una forma ordenada y planificada. Una economía planeada, que ajusta la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo para que sea realizado por todos aquellos que están en capacidad de hacerlo, y garantizaría el sustento de todo hombre, mujer y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias habilidades innatas, intentaría desarrollar en él un sentido de responsabilidad para con su prójimo en lugar de la glorificación al poder y al éxito, que está presente en la sociedad del presente.

De cualquier forma, es necesario recordar que una conomía planeada no es todavía socialismo. Una econmía planeada como tal puede estar acompañada de la esclavitud total del individuo. El logro del socialsmo requiere la solución de problemas socio-económcos extremadamente difíciles: ¿Cómo es posible, en vista del largo alcance del poder económico y político centralizado, prevenir que la burocracia se convierta en un ente todopoderoso y omnipotente? ¿Cómo puede asegurarse la protección los derechos de los individuos y con ello lograr un control democrático sobre el aparato burocrático?

La claridad acerca de los objetivos y problemas del socialismo son de gran importancia en nuestra época de transición. Debido a las presentes circunstancias, la libre y desinhibida discusión de estos temás se ha vuelto un tabú, considero que la fundación de esta revista es un enorme servicio público.   

Albert Einstein