miércoles, 24 de octubre de 2012

Ironía guatemalteca


Ironía guatemalteca
de Giancarlo Melini

Mi respuesta a las columnas "Me pasé a la derecha", del 17 de octubre de 2012 y "Me pasé a la derecha II" del 24 de octubre de 2012 del autor Mario Roberto Morales en elPeriódico de Guatemala.

La siguiente es una burla a lo que la derecha neoliberal, tradicional y conservadora de mi país constantemente expresa pública y no tan públicamente.

Gracias a que no triunfó el fantasma del comunismo, aquí en Chapinlandia gozamos de los mejores estándares de vida de la región,  con el cuarto índice de desarrollo más alto de Latinoamérica (únicamente después de Chile, Argentina y Uruguay), además tenemos el índice de mortalidad infantil más bajo del continente, superiror al de Estados Unidos y únicamente inferior al de Canadá, y  con un índice virtualmente nulo de analfabetismo. En nuestro flamante modelo de libre mercado cada quien tiene exactamente lo que se merece, y es por eso que personas que no han trabajado ni producido absolutamente nada en toda su vida, jamás disfrutan de una riqueza por la que no han trabajado y no se merecen. Nuestro sistema es enteramente meritocrático y mutualista, cada quien es recompensado según lo que produce, y por supuesto que el pobre es pobre porque así quiere, porque no hay nada que le impida combinar su trabajo con el entorno y así producir su propiedad privada. 

Por otro lado, en lugares como en Cuba, en donde el comunismo logró enraizarse, toda la gente es pobre, y nadie tiene oportunidad de superarse y por lo tanto no tienen acceso a la nutrición,  salud y la educación. En cambio en Guatemala, gracias a que en vez de pelear con los gringos preferimos subyugamos a ellos, tenemos muchos tratados de libre comercio con los que nuestra nación está prosperando económicamente a un ritmo sin precedentes, con índices de crecimiento nunca antes vistos, y por supuesto que siempre hacemos negocios internacionales en condiciones justas y de igualdad con países como Estados Unidos y con regiones como la Unión Europea.

Porque aquí en Guatemala reina la libertad, y esa libertad la hemos utilizado para desarrollamos tanto intelectualmente que ya superamos lo que los comunistas no terminan de entender: que el derecho a la libre locomoción y la libertad de expresión son mucho más importantes que el derecho a la vida, la nutrición y a la salud, ¿Por qué es eso tan difícil de entender? Esos derechos les son negados a más de un millón de niños en condiciones paupérrimas en la marxista Cuba, en donde la panacea de los mercados libres no ha podido hacer su magia por la intromisión de su gobierno autoritario y corrupto. Claro está que aquí en Guatemala no hay desnutrición, la gente tiene tanta libertad y oportunidades de proveerse a sí misma de absolutamente todo lo que necesita que la gran mayoría del país es rica, y que el que no se supera es porque es un holgazán que no quiere trabajar. Además instalaciones esenciales como las escuelas, los hospitales, el transporte público y las estaciones de policía están a la vuelta de la esquina y pueden ser disfrutados por todo el que quiera. Por eso recalco, tenemos todo lo necesario para superarnos. 

Y por supuesto que nuestro derecho a la libre expresión es tan superior, que cuando salimos a las calles a protestar no hay militares disparándole a la gente como en Cuba o Venezuela, sino que aquí todos podemos manifestarnos contra el gobierno sin coacciones ni miedo. Y como somos ciudadanos educados, nunca jamás violamos el derecho a libre locomoción al manifestar, porque sino cometeríamos el pecado -dios guarde- de paralizar la producción. En cambio, en nuestra Tacita de Plata, quien osa violar la ley se tiene que enfrentar a un estricto Estado de Derecho, herencia y legado de la cultura occidental, el cual funciona en forma infalible y castiga fuertemente a todo aquel que transgrede la ley o altera el orden público. En Guatemala, a partir de que vencimos la plaga del comunismo con la ayuda de la CIA en 1954 sacando al leninista Jacobo Arbenz del poder, todo mundo gozó de enorme libertad económica, y por supuesto de expresión. Jamás mataron a alguien por hacer saber sus ideas, y claro está que la prensa era 100% libre de cualquier opresión gubernamental. Lo anterior llevó a Guatemala, de la mano de los ideales clásico-liberales, a convertirse en uno de los países más desarrollados del continente, tal y como se puede apreciar con una corta visita al interior del país, en donde las personas gozan de estándares de vida que ni en 50 años alcanzarían las comunidades rurales de los retrasados países socialistas. Y por supuesto que el conflicto armado interno de 36 años jamás sucedió, es simplemente un complot armado por los izquierdistas resentidos que buscan desacreditar a nuestro ilustre ejército. Si es que hubo alguna matanza en esas épocas, fue por parte de los guerrilleros, quienes fuertemente influenciados por las ideas del asesino Che Guevara se aprovechaban de la debilidad de los indígenas para obligarlos a unirse a su causa, o los masacraban. Eso fue lo que pasó.

En mi Guatelinda, fieles al espíritu del capitalismo y a la escuela austriaca de economía en materia fiscal -la cual se encarga de difundir la universidad privada más prestigiosa del pais-, nuestra tasa impositiva es de las más bajas del mundo con un 11%, que no se compara con la altísima tasa de 17% de Nicaragua, 23% de la retrasada comunista Cuba, o del 30% de los Estados Unidos de América. Así es, somos "conservadores fiscales" y esa baja carga tributaria ha dejado el dinero en las manos de los “job creators”, o sea pues, visionarios emprendedores, por lo que en nuestro país estamos pero nadando en oportunidades laborales, todo mundo tiene el trabajo que desea y con una paga digna, y si no lo encuentra tiene toda la libertad y los medios para fundar su propia empresa.

En cambio en Cuba, los Abogados e Ingenieros que trabajan de taxistas siempre están buscando la primera oportunidad para huir de su país, no como en Guatemala, en donde la gente se pelea por venir, y nadie emigra para buscar mejores oportunidades en el extranjero, ya que aquí son demasiado abundantes. En la Cuba comunista retrógrada, la gente se va en balsas a Miami y después se transforman en grandes triunfadores, pero ojo que no es gracias a todos los beneficios sociales que obtuvieron de su sistema colectivista/marxista/leninista, -nutrición, salud, educación, seguridad-, no, no, no, sino que es porque ellos creen fervientemente en la fuerza del individuo y saben que absolutamente todo lo que tienen es porque se lo procuraron ellos mismos utilizando inteligentemente el sistema de libre mercado -que no es corporativista/cronycapitalista-, de los Estados Unidos. 

Porque aquí en Guatemala, nuestra tierra de la eterna primavera, toda la gente es feliz,  y nunca matan a nadie por un celular, o lo extorsionan por hacer negocios, porque nuestro gobierno hiper Capitalista de corte fascista -como debe ser para luchar contra los vestigios del comunismo- cumple muy bien con sus únicas dos funciones de proporcionar seguridad y certeza jurídica, por eso todos prosperamos. Y las personas que buscan fervientemente encontrar problemas que no existen en Guatemala, solo lo hacen para fastidiarnos a nosotros la gente de bien que nos enfocamos en producir y hacer negocios.

Y no se hable de cuando viene la inversión extranjera a nuestro país, la que trae una enorme cantidad -de unos cuantos miles- de trabajos, y por supuesto que no contaminan absolutamente nada el medio ambiente, lo cuidan más y mejor que las atrasadas e ignorantes comunidades indígenas, que sólo son un montón de resentidos sociales que viven victimizándose por su pasado de opresión, pierden su tiempo en exigir al Estado que los mantenga y no son más que un obstáculo al desarrollo. Y por cierto, las transnacionales dejan muchas regalías al país y pagan muchos pero muchos impuestos, lo cual enriquece a todo el pueblo de Guatemala. Pero claro está que estos grupos desestabilizadores patrocinados por Escandinavia tratan de ahuyentar a los Atlases heroicos inversionistas, para así tratar de deslegitimar nuestro fuerte sistema de libre empresa conformado por ciudadanos libres y responsables, el cual nunca jamás ha estado monopolizado por unas cuantas familias que son dueñas de los medios de producción claves del país, esto debido a que el capitalismo laissez-faire es inherentemente antimonopolios. En cambio en Cuba el corrupto gobierno es el dueño de todo y no deja a la gente superarse, por eso hay que agradecer que vivimos en Guatemala. 

Así que compatriotas chapines, cuando traten de venderles las nocivas, obsoletas y anticuadas ideas del socialismo y comunismo, recuérdense que vivimos en Guatemala, tierra en la que la libre empresa y el capitalismo, herencia de la imposición neoliberal del norte, nos ha dado paz y prosperidad a todos los habitantes como por obra de una mano invisible, y todos los que piensen lo contrario solo son un montón de resentidos sociales -y socialistas- que no han sabido aprovecharse de nuestro exitoso y moral sistema.

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